La puerta de la Maratón, al oeste del Estadio Olímpico, sirve como acceso a la zona deportiva por parte de los atletas. Sobre la puerta se puede ver el pedestal donde ardió en agosto de 1936 la llama olímpica. El espacio de enfrente de la torre del reloj se utilizó en la final de la Copa DFB para aumentar la capacidad del estadio de
74.244 a casi 76.000 asientos. NUSSLI construyó en tres días un sistema de gradas completamente cerrado que cumplía con todos los aspectos de seguridad requeridos por la DFB.
Cerrar ese espacio fue de hecho un desafío en el campo del análisis estructural. La construcción tuvo que ser planeada y construida de forma que se ajustara a los requerimientos. Con el sistema de gradas con bandas exclusivo de NÜSSLI se resolvió de forma óptima. Además, la entrada al lugar tenía que tener una apertura mínima. Esto fue posible porque las cargas se sustentaban en la estructura ya existente del estadio. La estática de la tribuna por encima de la puerta de la Maratón se puso a prueba por separado de acuerdo con estrictas normas de seguridad. Además NUSSLI tuvo que proporcionar una barandilla para la escalera de emergencia del actual estadio, y conectarla con las gradas temporales. Dos proyectistas de NUSSLI coordinaron durante los dos días de construcción un total de 30 técnicos de montaje.