NUSSLI comenzó a construir la infraestructura en octubre de 2024, que incluía tres tribunas con capacidad para 13.500 espectadores de pie y una zona VIP exclusiva. La planificación sostenible permitió reutilizar los edificios del evento. Gracias a una planificación precisa y a la flexibilidad para hacer frente a la meteorología invernal, NUSSLI garantizó que los Campeonatos Mundiales de Esquí de la FIS se celebraran de forma estable y segura, proporcionando una experiencia inolvidable tanto a los atletas como a los espectadores.